Santiago Larroux (48) nació en Sancti Spiritu, un pueblo del sur de Santa Fe, y si bien su abuelo y padre eran veterinarios, él decidió romper la tradición familiar –que siguió su hermano– para ir a la ciudad de Rosario a estudiar administración de empresas, donde, con el título bien fresquito, entró a trabajar como pasante en John Deere Argentina para luego hacer carrera en esa compañía durante veinticinco años.
Trabajó en Uruguay y luego en Brasil, donde se desempeñó como director de marketing para América latina, para regresar al país recién en 2019 como gerente general de PLA, una empresa fabricante de pulverizadoras que había sido comprada por John Deere un año antes.
Pero ahora, en lo que probablemente sea el “pase” más importante del año, Larroux acaba de ser designado presidente de Claas Argentina con el propósito de comenzar a capturar mercado argentino, donde no casualmente John Deere lidera el segmento de las cosechadoras y tractores junto a CNH Industrial (CASE-New Holland).
Los equipos forrajeros de Claas tiene una presencia muy fuerte en el mercado argentino y se exportan también a países limítrofes. Pero ahora quieren dar “pelea” en otros productos. Y también preparar el desembarco en el apetecible mercado brasileño.
“Si observamos a las grandes empresas de maquinaria agrícola presentes en Brasil, claramente está faltando Claas y por eso queremos desarrollar ese mercado, el cual, junto al resto de Sudamérica, son los mercados más importantes por desarrollar”, explica Larroux a Bichos de Campo.
“Tenemos el liderazgo en picado y la posibilidad de crecer en cosechadoras y también de traer algún tractor Claas a la Argentina”, anticipó el flamante presidente de Claas Argentina y también vicepresidente de Claas América latina.

– ¿Van a empezar a producir en Brasil?
– Va a ser un proceso gradual; primero es necesario hacer estudios de mercado, analizar el portfolio de productos correcto, entre otros aspectos, pero evidentemente si uno quiere estar en Brasil, tiene que tener producción allá. Estamos en las etapas preliminares de ese proceso. El futuro de la agricultura del mundo se juega aquí en Sudamérica.

– ¿Cómo está la situación en lo que respecta a la importación de piezas y equipos con las actuales restricciones cambiarias y aduaneras?
– Claas está apuntando a tener una operación enteramente argentina para los productos que vende en la Argentina; estamos en un proceso gradual de localización y entre la sede Oncativo (Córdoba) y la planta de Ameghino (Buenos Aires), además de la sociedad que tenemos con Allochis, que fabrica cabezales maiceros que exportamos para todo el mundo, eso nos está dando la base para poder ya tener una certificación de producto argentino. Evidentemente, las políticas de Estado tanto en Brasil como en la Argentina hay que cumplirlas y tener un pie de desarrollo productivo en cada país si queremos ganar en la agricultura del mañana. Estamos trabajando en ese proceso gradual de localización con un componente creciente de componentes desarrollados en el país.

– Pero las piezas tienen que ingresar por más que se integren localmente…
– Pero una cuestión es importar un producto terminado y otra es traer componentes para terminar ensamblando en el país y dando trabajo; la empresa cuenta con casi 200 empleados en la Argentina. Eso, por supuesto, sabiendo que existen restricciones en cuanto a la capacidad presente en el país, como, por ejemplo, en el hecho de que hay muy pocas empresas productoras o ensambladoras de motores para uso agrícola en la Argentina y se trata de una pieza clave; cuando hablamos de transmisiones, lo mismo. Pero el futuro pasa por ahí y hay que ‘jugar ese juego’.

– La meta es ganar tanto en Argentina como en Brasil participación de mercado en cosechadoras…
– Sin dudas. El potencial de Claas en cuanto a producto y marca es enorme en la región. La apuesta va a pasar por integrar más producción nacional para hacernos más competitivos, en tener más cantidad de productos, en seguir apuntando al picado, donde Claas es un líder absoluto del mercado, y de a poco ir desarrollando capacidad productiva tanto en Argentina como en Brasil. Hay oportunidades en cosechadoras, pero también en tractores.

Larroux reemplazó a Thomas Leonhardt, quien, luego de veintiún años como presidente de Claas Argentina, se retiró. A Larroux reportarán Martin Rosenberger, que se suma como nuevo director de finanzas para Argentina y América latina en reemplazo de Klaus Theo Reimann, y también los actuales directores Reynaldo Postacchini, de relaciones institucionales, gubernamentales, exportación y productos, y Eduardo Gross, de ventas, marketing, postventa y logística.
Al equipo local se une Federico Leonhardt como asesor legal y director suplente de Claas Argentina, Leandro Henz como director Regional para América Latina y Federico Wasinger, gerente Regional de Recursos Humanos.
Otra apuesta a la agricultura de precisión: El grupo Case-New Holland adquirirá Raven Industries, una firma especializada en nuevas tecnologías