Este jueves, la Cámara de Diputados de Santa Fe, otorgó la distinción “Diploma de Honor”, al ingeniero en Informática oriundo de la localidad de Teodelina, Alejandro Permingeat. El reconocimiento, impulsado por las legisladoras Silvia Ciancio y Georgina Orciani, es por la trayectoria y su participación reciente en el proyecto del Satélite SAOCOM 1 B, que fue lanzado y puesto en órbita en septiembre último, marcando un hecho histórico para la industria aeroespacial argentina.
A sus 38 años, Permingeat inscribió su nombre en la misión espacial más ambiciosa de nuestro país teniendo a cargo el desarrollo del software que controla una de las cuatro computadoras que mantienen el satélite en órbita (plataforma de servicios) y que brindará importantes datos para la producción agropecuaria y la gestión de emergencias ambientales, entre otros aspectos. En total, pasó una década trabajando en este mega proyecto.
“Para nosotros que somos del interior del país, es un orgullo contar con profesionales y gente apasionada por la ciencia como Permingeat. Es un trabajo donde participaron más de mil personas a lo largo de casi 26 años. Reconocerlos desde la Legislatura es dar cuenta del enorme potencial en ciencia y tecnología que tenemos en esta provincia”, resaltan en la distinción las legisladoras. Debe señalarse que esta fue su tercera intervención en la industria aeroespacial, teniendo en cuenta que ya prestó servicios con los satélites SAC-D/Aquarius (2011, en conjunto entre nuestro país y la NASA) y el SAOCOM 1A (2018).
Permingeat, es un apellido muy conocido en la localidad de 8500 habitantes de donde es nativo, ubicada a 389 kilómetros de la capital provincial. Su tío, don Alejandro, fue Presidente Comunal y un hombre muy respetado en la comunidad. Y su abuelo, Oscar Permingeat tuvo un popular taller mecánico donde el ahora ingeniero, dice que nació su vocación, allá por el 89, de la mano de su primera computadora. Quedó eclipsado y hasta hoy sigue siendo un apasionado del mundo informático hasta llegar a los satélites.
Al terminar el secundario, partió hacia Mar del Plata, para estudiar ingeniería en informática en la Universidad FASTA. Ahí conoció a compañeros de Bariloche que le propusieron trabajar su tesis de grado en las instalaciones de “Investigaciones Aplicadas” (INVAP). Sus estudios académicos se enfocaron en la creación de un equipo en tierra que sirve para la carga y descarga de las baterías de un satélite mientras son almacenadas, antes de ser integradas. La particularidad, es que el equipo estaba pensado para ser utilizado con las baterías del SAOCOM. Enseguida, lo contrataron y estuvo ligado a la empresa por una década.
Tuvo el inmenso privilegio y la oportunidad de trabajar recién recibido en una misión en conjunto con la NASA, -SAC-D/Aquarius-. Estuvo a cargo del software de una de las cuatro computadoras de la plataforma de servicio del satélite. Ahí arrancó su experiencia.
En la iniciativa, Ciancio y Orciani remarcan que fueron “años de trabajo que se pusieron en juego” durante el lanzamiento y que son “proyectos muy dinámicos, en el que hubo muchos santafesinos trabajando”. Por ejemplo, el gerente de Proyectos Espaciales, Guillermo Benito, es de Carcarañá; sumado a que había personas de Venado Tuerto, Rosario y de la capital provincial, incluso que estuvieron presentes en Cabo Cañaveral, como el caso del ingeniero Kevin Velhuda, oriundo de Tortugas.
“Es una muestra cabal del potencial que tiene el conocimiento científico a la hora de solucionar problemas de nuestra vida cotidiana o bien aportar más herramientas a las existentes. Y la ciencia no está lejos cuando ocurre este tipo de acontecimientos con profesionales de la región. Es por eso que debemos apoyarlos e incentivar a muchos otros jóvenes para que sueñen y proyecten en grande”, amplían en los fundamentos de la distinción.