Sergio Dalmasso se encuentra en una situación desesperante: es dueño de la calesita que heredó de su padre y su abuelo, en la Plaza de Funes, de la provincia de Santa Fe. Pero cerró desde que comenzó la cuarentena obligatoria tuvieron, y ahora, decidió venderla para vivir.
Aunque Santa Fe se encuentra en Fase 5 de la cuarentena, las calesitas no fueron habilitadas aún por las autoridades, por lo que el hombre no tienen ingresos hace meses y salió a vender los caballos. "Acá abrieron todos los restaurantes, bares, hoteles, shopping , pero se olvidaron de nosotros, no nos han tenido en cuenta como rubro", dijo Dalmasso, en diálogo con C5N.
"Vendí el auto, se me terminaron los ahorros y salí a vender cinco caballos porque es la única forma de tratar de aguantar por lo menos un mes más", agregó.
La situación que vive Dalmasso es similar a la de varios comerciantes en el país y Dalmasso asegura propuso un protocolo pero aún así no los tienen en cuenta para reabrir. "Todos los calesitos la estamos pasando muy mal. Estamos viendo con la forma para poder abrir", aseguró.
"Deberían tener en cuenta que nosotros podemos controlar haciendo buen protocolo y cuidar a los chicos. Si pudieron abrir las ferias populares, por qué no podemos hacerlo nosotros”, agregó.