Se tomaron muestras días después del incidente, cuando la empresa ya había limpiado la zona en marzo. Especialistas advierten por severos daños a la salud humana y que el componente, atrazina, puede perdurar hasta 100 días en el ambiente.
Días después de la explosión de la fábrica de pesticidas que Atanor tiene en San Nicolás, una delegación de Greenpeace fue a esa ciudad para tomar muestras del agua y la tierra para magnificar la contaminación provocada por el incidente.
Este jueves se conocieron los resultados de los análisis y tanto en las casas de vecinos como en la vía pública cercana a la empresa se registró la presencia de atrazina, un componente químico usado para desarrollar herbicidas que, según explicaron especialistas, pueden ocasionar diversos daños en humanos.
Por hisopado, se tomaron muestras en paredes de casas y en vía pública próximas a la fábrica en un radio de 350 metros. Los resultados confirmaron la presencia de atrazina en todos los lugares registrados y si bien resta saber el nivel de toxicidad de las concentraciones, tanto la organización como profesionales de la salud expresaron que este componente químico no tendría que existir en la vía pública.
“Los análisis debieran dar 0. No hay razón para que haya atrazina en el ambiente. Es un químico altamente peligroso, los riesgos para la salud son fácticos”, manifestó a TN el coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace, Leonel Mingo. El director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Damián Verzeñassi, expresó que “cuando hay una sustancia disruptora endocrina, no hay dosis seguras”.
Afectaciones a la salud humana
“La atrazina es un disruptor endocrino que altera el normal funcionamiento de las glándulas, sobre todo las tiroides y las mamarias y altera los ritmos de descanso por lo que se aceleran los procesos de oxidación de las células, que generan un funcionamiento dañino potenciando la formación de células anómalas”, explicó.
Además, Verzeñassi detalló que las exposiciones a este tipo de componentes generan daños en espermatozoides y ovocitos, por lo que el ADN de la persona expuesta queda dañado y las complicaciones de salud pueden transmitirse de una generación a otra.
En tanto, Mingo resaltó que “la atrazina puede perdurar en el ambiente hasta 100 días” y que el daño, si bien va disminuyendo, queda vigente.
Denuncias
El abogado Fabián Maggi, que representa a vecinos de la zona en una denuncia que presentaron para que la planta sea relocalizada en un parque industrial, aportó en diálogo con TN que la fábrica sigue clausurada.
Y comentó que hay dos causas, una civil y otra penal: “Está el reclamo actual de los vecinos, que piden la relocalización para que se vaya del radio urbano, y otra causa que denunciamos luego de que detectáramos una grave incompatibilidad por el conflicto de intereses de un funcionario público del Ministerio de Ambiente de Buenos Aires que debía fiscalizar la fábrica y, además de esa función, es asesor ambiental privado de empresas del polo industrial de San Nicolás”.
“Este funcionario dijo que no hubo impacto ambiental más que en la pequeña cercanía y que ya había sido remediado, pero los análisis de Greenpeace demuestran la falsedad de esa afirmación”, añadió.
El uso y la producción de la atrazina está prohibida en la Unión Europea desde 2004. A su vez, integra un listado pasible de incorporación a la nómina de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) del Convenio de Estocolmo, al que Argentina suscribió por ley en 2004.