El subsecretario de Asuntos Registrales, Matías Figueroa Escauriza, presentó una nueva estafa inmobiliaria ante la Justicia provincial y ya suman 30 los casos irregulares por un monto cercano a los 500 millones de pesos.
La última irregularidad detectada fue sobre un terreno de 2600 metros cuadrados en Venado Tuerto que fue “vendido” por una persona fallecida en 1987.
Para esa particular maniobra -desde ya imposible- se requiere del accionar fraudulente de un escribano que está identificado y que se repite en las denuncias, oriundo de Armstrong.
Según explicó Figueroa Escauriza en Pegando la vuelta (Radio 2), la maniobra consiste en detectar un lote cuyo titular murió y no fue reclamado por nadie. “Después con una escritura apócrifa se lo venden a un tercero y éste puede venderlo a otro, que ya puede comprar de buena fe”, dijo.
Esta estafa denunciada por la subsecretaría que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe ante la Fiscalía General fue detectada al seguir la actividad de los integrantes de la asociación ilícita ya detectada.
“Investigamos en el Registro de la Propiedad por estos escribanos que se involucran en casi todos los casos irregularidades y a partir de ellos vamos descubriendo irregularidades hacia atrás”, agregó el funcionario.
Figueroa Escauriza dijo que las estafas se producen en el sur santafesino en lotes que van de los 500 metros cuadrados a un campo de 400 hectáreas. Siempre con los mismos actores, que no son los involucrados en la mega estafa rosarina aunque el modus operandi se asemeja.
En diciembre pasado, esa banda de profesionales dedicada a estafas inmobiliarias con sede en Venado Tuerto fue el blanco de 14 allanamientos simultáneos realizados en la región: tres escribanías, un estudio jurídico y domicilios particulares.
Dos meses antes, en octubre de 2017 Rosario3.com publicó un caso adjudicado a ese grupo en donde un supuesto prestanombre que sería la fachada de los profesionales ofreció devolver a sus propietarios tres de los campos robados a los herederos de una persona fallecida.
Para los investigadores, ese presunto ladrón de guante blanco era “un insolvente que vive en un rancho” y detrás de él se escondía la organización de profesionales del sur provincial.

Fuente: Rosario3