La Diputada Provincial Rosana Bellatti utilizó las redes sociales para mostrar su indignación por la liberación de la persona que asesinó a su ex-marido.
"Matar a alguien a balazos se condena efectivamente con 13 años de cárcel. La edad que hoy mi hija menor tiene. Esa es nuestra experiencia. Tenía 5 meses cuando mataron a su padre", comentó Bellatti y agregó: "Su asesino fue condenado a 20 años pero ayer, luego de 13 años, una jueza le dio la libertad condicional"
Más adelante Bellatti remarcó: "Dolor, impotencia, bronca y una certeza absoluta. Es imposible pensar en justicia. No queríamos pena de muerte, sólo que cumpla la condena que se le dio. Todos los días le enseño a mis hijos que los actos malos traen consecuencias. Hoy me dejaron sin argumentos".
EL ASESINATO DEL EX-MARIDO DE ROSANA BELLATTI
El 1º de noviembre de 2008 el carnicero Alejandro Penzi había culminado su trabajo diario al mediodía. Dos jóvenes ingresaron a su negocio y, a punta de pistola, se llevaron unos 1.200 pesos y un teléfono celular. Tras el atraco, Penzi persiguió a los maleantes y a 50 metros del lugar, delante de uno de sus hijos, uno de los asaltantes le descerrajó un balazo que le atravesó el corazón. La vida del comerciante se apagó en forma inmediata.
Por el crimen, perpetrado delante del hijo de Penzi, que en 2008 tenía cinco años, el juez de Sentencia de Melincué, Daniel Curik, condenó a veinte años de prisión al autor material del hecho, Maximiliano Benítez, y a once años a su cómplice, Federico Ramallo apodado Ramalito. Benítez vivía en Venado Tuerto y su socio en Junín.
El comerciante, de 36 años, cayó mortalmente herido a unos 50 metros de la carnicería que atendía con su padre, luego de ser alcanzado por un tiro disparado por uno de los dos ladrones que huyeron con unos 1.200 pesos y un teléfono celular. En el escape, los asaltantes encañonaron a un automovilista y le robaron el coche. Al vehículo lo abandonaron en la ruta nacional 33.
Los dos jóvenes llegaron en una moto al negocio de Penzi, ubicado en Lavalle 845, cerca de la una de la tarde del 1º de noviembre del 2008. Una vez adentro, anunciaron el inicio de un asalto. A Penzi alcanzaron a robarle 500 pesos mientras que a un empleado le extrajeron 700 pesos y un teléfono celular.
Con el botín en su poder, intentaron huir en la moto en la que habían llegado, pero debieron continuar el escape a pie ya que habían forcejeado con el padre del carnicero, Luis Angel Penzi.
El padre del carnicero asesinado había contado. "Me trabé en lucha con uno de ellos y alcancé a tirarles la moto al piso, pero luego salieron corriendo hacia la calle y mi hijo fue tras ellos. Alejandro salió en defensa mía y los corrió con una chaira". A pocos metros y, cuando Alejandro estaba a punto de alcanzar a uno de los agresores, éste se dio vuelta y disparó dos veces. Una de las balas le perforó el corazón y Penzi se desplomó al suelo.
Cuando Alejandro cayó en la esquina de Sáenz Peña y Lavalle, el padre fue el primero en auxiliarlo. Con esfuerzo lo cargó en su vehículo y lo llevó hasta el hospital, pero falleció en el camino.
"Cuando intenté levantarlo me di cuenta de que estaba muerto porque no reaccionaba. Había caído a la calle en medio de un charco de sangre", relató Luis Angel Penzi por aquellos días.