Fabián Vernetti, presidente del Concejo Municipal, manifestó que solicitará una reunión urgente con la directora de PAMI local, Maldonado, y los referentes de los sanatorios San Martín y Castelli “para poner fin de inmediato al trato humillante, de incertidumbre, de pérdida de derechos, al que están sometiendo a los jubilados y pensionados de PAMI”.
El concejal socialista explicó que a partir del 1º de mayo del corriente año, PAMI dispuso que 4000 afiliados que recibían prestación médica en el sanatorio San Martín fueron transferidos, sin ninguna consulta previa, al sanatorio Castelli. “Posteriormente, hemos visto a través de los medios periodísticos una solicitada del sanatorio San Martín pidiendo a los afiliados que se dirijan al PAMI para saber si eran o no parte de los transferidos, ya que los abuelos se enteraban del drástico cambio en el momento que necesitaban el servicio. Es más, colocaron una urna en el sanatorio para que los jubilados manifestaran su voluntad de volver a ser atendidos por los médicos de ese lugar”, sostuvo Vernetti.
PAMI salió entonces a aclarar que no se los está convocando para realizar ningún cambio de prestador, que todos continuaban con su médico de cabecera, que “el cambio se realizó para favorecer la calidad de atención a los pacientes y evitar, entre otras cosas, demoras en la entrega de turnos para especialistas o estudios, y que ante cualquier duda o planteo, debían dirigirse a la agencia Pami Venado Tuerto. Pero por otro lado, existieron muchos casos que la transferencia fue replanteada y efectivamente autorizados a volver a sus médicos y prestadores anteriores. Al no haber un sistema claro y contemplativo de la situación, lo que hubo es respuesta parcial en algunos casos y mucha más confusión y burocracia que antes”, agregó el edil.

Vía crucis de los abuelos
“Desde entonces los jubilados y pensionados afectados por la disposición de PAMI son sometidos a una especie de vía crucis para lograr la atención médica que les corresponde. Vienen sufriendo por una medida que no parece haber contemplado su realidad. Más allá de los justificativos, análisis y debates de la necesidad de introducir reformas en la prestación del servicio de la obra social, la decisión y su correspondiente forma de ejecutarla, fue absolutamente insensible al dolor y la angustia que provocó y sigue provocando en cientos de abuelos y abuelas de nuestra ciudad. Hay que ver a esas personas mayores, muchos en bicicleta, a pie, con sus magros ingresos, penando de un lugar a otro, haciendo cola, sin la respuesta adecuada”, afirmó Vernetti.
El concejal socialista manifestó su indignación, afirmando que “los abuelos están padeciendo casi en soledad, sin voz, impotentes frente a una arbitrariedad que los arroja a la incertidumbre de no tener la tranquilidad de recibir la asistencia médica adecuada y necesaria. Hay que conocer sus historias personales, los dolores individuales, ocultos y silenciados por la burocracia, y sumarlos todos en un conjunto para poder llegar a tener una idea del sufrimiento colectivo de tantas personas en situación muy vulnerable, producido por decisión política de un organismo que se supone debe protegerlos”.

Algunos ejemplos
El esposo de Ana, por ejemplo, padece Mal de Parkinson y necesitaba realizarse una ecografía con suma urgencia. A consecuencia de su transferencia de un sanatorio al otro, Ana debió comenzar un peregrinar por su esposo entre ambos sanatorios y hasta en la oficina de PAMI, ya que finalmente ninguno aceptaba atenderlo. Finalmente, después de llegar a rellenar una carta documento de su puño y letra en la oficina de PAMI, le dieron una orden para hacerse la ecografía. Tampoco le daban los remedios que necesitaba para su tratamiento porque ya no le correspondían por haber aceptado la “reparación histórica” del ANSES. Debió responder interrogantes que incluían el nivel de daño producido por la enfermedad, como si “se vestía solo o era ayudado, etc”.
Otro testimonio es el de Héctor, “un jubilado de 93 años que debe realizarse controles por una afección crónica. Hizo el mismo recorrido, transferido, luego de un sanatorio a otro, de allí a oficina de PAMI, hasta que finalmente logró seguir su tratamiento en el Sanatorio Castelli, pero debiendo abonarlo y esperar el reintegro de PAMI. Antes recibía su atención en sanatorio San Martín en forma directa.

Frenar el retroceso
Vernetti manifestó su preocupación por el retroceso notable, insensible e impensado de políticas públicas nacionales que garantizaban derechos. “El gobierno nacional viene aplicando mano dura con los que menos tienen, con los que más vulnerables se encuentran. En ese marco salvaje, deshumanizado, en Venado se agrava por el manoseo al que están sometiendo a los abuelos, tomándolos como rehenes de una disputa económica por las cápitas de PAMI. Estoy convencido que, al menos en la parte local, podemos evitar tanto sufrimiento sin sentido. Para eso convocamos a discutir eso en el marco de la Mesa de Salud que funciona en el Concejo Municipal”, concluyó.