Aberturas Aluminar

Este viernes se inauguró en la Casa del Bicentenario la obra "Ausencia" del artista Mauro Calderone, la misma es en homenaje a Clemente Arona; el joven que hace 22 años fue perseguido y asesinado por la policía en Venado Tuerto.
En la inauguración de la obra estuvo Ana Braghieri, la mamá de Clemente. A continuación las palabras que publicó Fabián Vernetti para ilustrar este momento muy emotivo.

¿Cómo comunica una madre el dolor, la soledad, la impotencia, la paz que le fue arrancada con su hijo? ¿Aliviaría su respiración poder compartir lo que le pasa, el ultraje, la profanación, la reiteración de una herida que no cesará, la impunidad de quienes detentan la fuerza de imponer veredicto, la indiferencia del resto que no vuelve la mirada hacia eso que asusta y alecciona?

Cuando uno ve la obra de Mauro Calderone en esta fecha, en este contexto, siente que algo se acerca; siente que por fin puede intuirse el dolor que aturde a Ana; que hay allí una verdad luminosa, que con-mueve, que las palabras sobran por ineficaces y de la obra se irradia un sentir, una especie de abrazo que nos une, una certeza de la fragilidad de la existencia humana que nos alcanza y comulga y nos hermana.

Cuando uno sabe lo que sucedió con su hijo Clemente, y la reiteración en el tiempo y la geografía de sucesos iguales, dónde solo cambian los nombres, los rostros, los cuerpos, pero el hecho sigue infinitamente sucediendo; cuando los abusos del Estado, con su monopolio de la fuerza vuelto arteramente contra el pueblo que le delegó el cuidado, sigue aconteciendo; cuando uno ve la obra de Mauro en éste lugar, con Ana y con esta gente que se reúne alrededor de Ana y de la obra de Mauro, siente que ese rostro, esos rasgos que Mauro construyó en la soledad de su sentir, son reconocibles, cercanos, queribles, como todos los rostros que la violencia institucional y la falta de justicia pretenden borrar para que no se les recuerde lo que son y lo que hicieron.

Entonces esa obra de arte es un golpe de justicia sobre la impunidad, un fallo popular, una bella sentencia, tan necesaria como la rebeldía de Ana ante los todopoderosos.