En solo 90 días el gobierno de la ciudad puso en marcha distintos controles alimentarios para cuidar la salud de los consumidores.
En este sentido, el intendente Leonel Chiarella, informó que "entre todos los operativos de Bromatología y Seguridad Alimentaria se decomisaron 6.728 kilos de alimentos vencidos, en mal estado, adulterados".
A su vez, el titular del Ejecutivo señaló que continuarán las inspecciones a supermercados, rotiserías y todo tipo de comercios que manipule alimentos, como restaurantes o venta ambulante, porque desde el gobierno se quiere dar un paso de calidad en materia seguridad alimentaria.
Por otra parte, la secretaria de Control Urbano y Convivencia, Silvia Rocha, indicó que desde el Municipio “vamos con la intención de controlar, pero también de asesorar y educar, porque entendemos que la existencia de tanto alimento decomisado guarda relación con la falta de capacitación que necesita la gente que manipula productos alimenticios”.
Por eso, además de los controles, se implementó el carnet de manipulador de alimentos, que reemplaza a la libreta sanitaria: “En este contexto, al participar del dictado de los cursos, muchas personas adquieren un conocimiento básico para poder ejercer la actividad”.

Clausuras y controles
Además, en cuanto a sanciones, Rocha afirmó: “Las clausuras se han dado en el marco de falta de habilitación y algunas por total falta de higiene y normas de seguridad que puedan poner en peligro a la seguridad de la gente que está adentro”.
"La intención de la Municipalidad no es llegar a esa instancia, sino “educar y concretar un trabajo que faltó durante mucho tiempo, que le competen a Seguridad Alimentaria y deberían ser de todos los días" concluyó.