Este sábado los docentes de Amsafe anunciaron que rechazaron la propuesta de una suba del 3% realizada por el Gobierno Provincial y como medida de fuerza realizarán un paro por 48 horas. El lunes y martes no hay clases y el ciclo lectivo comienza el miércoles en los colegios públicos de Venado Tuerto.
Claudia, una Docente de la Escuela 498 de Venado Tuerto, realizó un emotivo descargo por esta situación: "Cada año es lo mismo, el cuento de nunca acabar. Siempre haciendo paro, son unos vagos, tres meses de vacaciones, no hacen nada, trabajan medio día y quieren ganar más plata", comenzó la docente enumerando las "quejas" de los padres para luego remarcar: "Tienen todo el derecho de hablar y pensar como quieran. Solo les pido que el primer día de clases miren por favor los salones detenidamente. Ahí están las manos de los docentes, de los vagos, trabajando algunos desde el 2 de febrero para que sus hijos se sientan a gusto. Sus paredes llenas de carteles, cartulinas, afiches (todo eso sale de nuestro bolsillo). Esas paredes llenas de colores, amor, esperando a los niños, logrando un lugar único para trabajar durante el año. Su salón, su espacio sólo de ellos. Esas paredes hablan, esas paredes escuchan historias maravillosas cómo secretos aterradores, esas paredes lloran con ellos cuando están tristes, cuando sus estómagos vacíos duelen, cuando se sienten solos, cuando te dicen que nadie los quiere, cuando te muestran unas marcas de cintos en sus espaldas, y miles de cuando más".
"Muchos de esos niños son nuestros hijos con sus cuando; cuando me hacés el regalito para mí (comprás lo justo porque no hay más plata), cuando te acostás un ratito conmigo y vos trabajando para tus alumnos", afirmó Claudia.
Más adelante la docente venadense comentó: "Queremos llegar a fin de mes, queremos trabajar un solo turno y es casi imposible. Queremos que valoren nuestro trabajo aunque no estén de acuerdo con los paros, queremos padres comprometidos, padres presentes, padres aguerridos por sus hijos, padres cumpliendo su función. No voy a pedirte que entiendan lo que hacemos, no voy a pedirte que sigas mi lucha, que acompañes las marchas. Voy a pedirte que te pares en medio del salón y mires, observes el trabajo del docente. Voy a pedirte que te detengas un segundo y veas la pasión que hay en cada uno de ellos".
"No hay sábados ni domingos ni horarios para trabajar por los alumnos, trabajamos cuando tenemos tiempo, cuando ya todos cenaron, cuando tus niños ya duermen, cuando el reloj marca que ya es tarde y vos continúas. Hoy son las 01:23 y sigo trabajando para recibir a mis alumnos con la mejor sonrisa a pesar de todos los PROBLEMAS que uno tiene. Sigo apostando a esta profesión que me ha dado cosas maravillosas, aprendizajes nuevos. Aún hay suficiente amor para dar cada año a los niños", concluyó Claudia.