Aníbal Pansera viene recorriendo el continente americano desde hace varios años junto con su perrita Yeca a bordo de una bicicleta, y llegaron a Venado Tuerto provenientes de Córdoba y se dirigen a la Costa de Buenos Aires.
Con su perra, que rescató luego de que fue abandonada, hace cuatro años que viajan, pero él ya hace seis que recorre el mundo. 

Administrador de empresas y perito informático, Aníbal encontró a su compañera en la calle en Perú, la adoptó y desde ese momento se hicieron inseparables. En principio, la llevaba en su mochila de viaje, pero después decidió conseguir una bicicleta para seguir su recorrido.
En Venado Tuerto, para colaborar con ellos, se los puede encontrar en el centro, antes de seguir viaje.

Ro Vilariño, una vecina de Venado Tuerto se los cruzó, tomó la foto que ilustra esta nota y comentó: "Ellos son Anibal Pansera y Yeca Pansera. La rescató de la calle y hace cuatro años que están juntos, viajan en la bici por varios países y ahora están recorriendo nuestro país. Van a estar en Venado algún tiempo, si los cruzan colaboren con ellos por favor, que son divinos".
“Por ahora, llevamos recorridos cinco países y más de doce provincias de nuestro país. Luego de Perú, fuimos a Ecuador, Colombia, Bolivia y ahora estamos recorriendo el centro del país”, contó Aníbal sobre su aventura.
Aníbal y Yeca duermen en la casa de alguien que los recibe y les permite darse una ducha; a veces, incluso, los invitan a quedarse unos días. En caso contrario, tiene una bolsa de dormir y una carpa: “Estamos bien equipados para seguir el viaje”, contó.
“No tengo sponsors en mi viaje. A mí me ayuda la gente cuando voy pasando por los pueblos. Estoy cumpliendo un sueño que muchos no pueden cumplir. Me regalan comida y ropa; cuando tengo plata, la gasto en comida. No tengo más necesidad de dinero”, explicó.
La idea de usar una bicicleta llega a través de un amigo colombiano, Jorge Mario, que viajó desde Colombia a Argentina en dos ruedas para conocer a su hijo. “El nos inculcó el viaje en bicicleta. Me lo metió tanto en la cabeza que cuando después que conseguí la primera bici no pude cambiar más”, aseguró.