Luego de la polémica desatada el lunes cuando encontraron afuera del Sanatorio San Martín residuos patológicos, el nosocomio céntrico de nuestra ciudad emotió el siguiente comunicado:

El enorme esfuerzo que realizamos desde el Sanatorio San Martín para modernizarnos y jerarquizar la salud de la ciudad y la región, sumando recursos humanos y equipamientos de alta tecnología en salud, no es para enfermar gente. Es para curarla.
Nos vemos compelidos a realizar esta aclaración porque a partir de los sucesos de profusa difusión acaecidos en la tarde noche del lunes 20, pareciera haberse pretendido instalar la idea contraria, generando enorme dolor y malestar en el personal del sanatorio, como así también un perjuicio en la imagen de esta institución de salud.
Posición de estima pública y respeto profesional que tanto esfuerzo e inversión nos ha demandado en estos 69 años años de funcionamiento ininterrumpido.
El Sanatorio San Martín desea desmentir de manera categórica que esté dispensando un trato alejado de la normativa de los desechos patológicos que genera.
Desde hace 15 años estamos ceñidos a los estrictos protocolos establecidos por las autoridades ministeriales provinciales y nacionales, como así también municipales, contando con las habilitaciones pertinente.
Para la tarea de tratamiento de los residuos patológicos contamos con un convenio con la Cooperativa de Obras Sanitarias de Venado Tuerto, que es la empresa que procesa los 2.000 kilogramos mensuales de residuos patológicos que generamos.
Esto nos demanda una inversión anual de dos millones de pesos promedio.
Pensar que desde esta entidad pueda especularse intencionadamente con hacer una deposición irregular de este tipo de materiales es irrisorio.
No todos los residuos que salen de un sanatorio son residuos patológicos. Los desechos en nuestro sanatorio se dividen por colores de bolsas. Las bolsas rojas son las del material patológico. Las bolsas negras son las de la basura en general.
El sanatorio es un hotel con un valor agregado que es la prestación del servicio de salud. Todo lo que haya tenido contacto con algún líquido o sangre de una persona enferma debe ser desechada como material patogénico.
El resto de los residuos hoteleros se descarta en las bolsas negras.
Las bolsas rojas ni siquiera son manipuladas por el personal del sanatorio para su propia seguridad. Solamente las manipula la Cooperativa de Obras Sanitarias. Nuestro personal solamente se limita a abrir las bolsas rojas, arrojar dentro los desechos, cerrarla, precintarla y depositarla en contenedores que se sellan herméticamente y se ubican en una sala especial dentro del sanatorio (con entrada por Iturraspe), para luego ser recogidas por personal y vehículos de la Cooperativa de Obras Sanitarias.
A pesar de todas estas medidas, hemos iniciado una auditoría interna. Estamos analizando la posibilidad de que intereses en disputa desde dentro o desde fuera de nuestra institución hayan colaborado para generar esta situación ¿Quién puede obtener algún beneficio a partir de nuestro descrédito?
Solo nos resta dirigirnos a la sociedad para asegurarle que este sanatorio con 69 años de historia y constante crecimiento veló, vela y velará por la salud de la región.
Nuestra política de salud y empresaria siempre ha sido de exigencia, excelencia y superación. Nuestro compromiso con la salud de la ciudad y la región está plasmado en la modernidad y el crecimiento de nuestros dependencias, consultorios, equipos y plantel profesional. Siempre mejorando, ampliando, sumando en positivo. No nos dedicamos a enfermar. Lo que sabemos hacer es curar.