Un hombre de 30 años identificado como José Luis Acosta Soullier fue condenado a 13 años de prisión por tres hechos ilícitos que cometió entre abril y junio de 2016 en Venado Tuerto. Así lo dispuso el tribunal pluripersonal integrado por los jueces Benjamín Révori (presidente), Silvina Marinucchi y Adrián Godoy en el marco de un juicio oral y público llevado a cabo en los tribunales venadenses.
Acosta Soullier fue condenado como coautor de los delitos de robo calificado (por el uso de arma de fuego apta para producir disparos); portación de arma de fuego de guerra sin la debida autorización legal en concurso ideal con portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal; encubrimiento, resistencia a la autoridad y abuso de armas en concurso ideal. De acuerdo al fallo de los magistrados, todos los delitos concursan realmente entre sí.

Apelación
La fiscal que investigó los hechos ilícitos cometidos por el condenado es Andrea Cavallero. La funcionaria del MPA estuvo acompañada en el debate oral y público por el fiscal Mauro Blanco.
“Valoramos que el tribunal dispuso condenar al acusado por tres de los cuatro hechos por los que habíamos acusado al condenado. No obstante, desde la Fiscalía habíamos solicitado 25 años de prisión”, sostuvo Cavallero. En tal sentido, agregó que “analizamos los fundamentos del fallo y decidimos que apelaremos la sentencia”.

Robos con armas
Los tres ilícitos por los que fue condenado Acosta Soullier fueron cometidos entre abril y junio de 2016.
Uno de ellos fue cometido en horas del mediodía del viernes 24 de junio de 2016. La fiscal Cavallero indicó que “la víctima fue un camionero que estaba terminando de acomodar la lona de su camión en inmediaciones de calle Hipólito Irigoyen y Paz de Venado Tuerto”. Añadió que “mediante el empleo de un arma de fuego, Acosta Soullier le sustrajo a la víctima 60 mil pesos en efectivo; un cheque por 8.500 pesos; dos teléfonos celulares y las llaves del camión. Luego, escapó del lugar en un automóvil Chevrolet Corsa”.
“Minutos antes de la medianoche del mismo viernes, el acusado estaba en el Chevrolet Corsa, cuando comenzó a ser perseguido por la policía”. La fiscal informó que “la persecución se inició a raíz de que en el interior del vehículo tenía en su poder –a sabiendas de su origen ilícito–, distintas pertenencias que habían sido sustraídas el mismo día en una vivienda en la localidad de Murphy”.
“La persecución policial comenzó en la intersección de las calles Pellegrini y Lisandro de la Torre y finalizó en los primeros minutos del sábado 25 de junio en inmediaciones de calle Uruguay al 200. El acusado era quien manejaba el auto –e iba con otro hombre que ya fue condenado a tres años de prisión de cumplimiento efectivo–, desoyó la voz de alto de la autoridad policial y emprendió una rauda huida”, relató la fiscal.
Cavallero también aclaró que “el acusado disparó con un arma de fuego –en reiteradas oportunidades– a los policías que lo perseguían”. La fiscal concluyó que “los dos hombres fueron aprehendidos en inmediaciones de calle Uruguay al 200, luego de que abandonaran el auto en el que escapaban y mientras intentaban introducirse en una entrada tipo pasillo que hay entre dos viviendas y que conduce a un galpón”.

Absolución
Cavallero también informó que el tribunal resolvió absolver a Acosta Soullier por un cuarto hecho que también se le había atribuido. “En el juicio sostuvimos que fue cometido entre las últimas horas del lunes 4 de abril y los primeros minutos del martes 5 de abril. También indicamos que el acusado ingresó –junto a otros dos hombres cuya identidad se desconoce– a una vivienda ubicada en las afueras de Venado Tuerto, más precisamente a la altura del kilómetro 379 de la ruta nacional número 8”, precisó la fiscal. “En el debate detallamos que del lugar se llevó ilegítimamente dinero en efectivo; cheques; joyas; un televisor; prendas de vestir; dos valijas; una aspiradora y un automóvil marca Clio. Además, relatamos que el condenado le arrojó agua caliente y le produjo cortes con un cuchillo a un empleado del propietario de la vivienda, mientras que al dueño lo golpeó en la cabeza y lo dejó atado y encerrado en un sótano”, concluyó la funcionaria del MPA.