En el mes de junio, a través de la Secretaría de Desarrollo Social municipal, se realizó un relevamiento de los recuperadores de residuos que trabajan en el basural municipal. En el estudio, continuidad de uno de similares características realizado en 2013, se determinó que en la actualidad están operando en el vertedero a cielo abierto 89 personas.
Los datos los brindó el director de Medio Ambiente, Martín Bonadeo: “Tenemos trabajos del año 2000 y 2013 y la idea era actualizar los valores al día de hoy”, comentó, para luego precisar que el trabajo estuvo a cargo de la trabajadora social María Verónica Almada y las alumnas de cuarto año de la Carrera Trabajo Social de ICES, Marilina Herrero, Tania Bazán, Andrea Milianovich, Macarena Ontiveros y Aldana Rodríguez.
De acuerdo al relevamiento se identificaron 89 recuperadores que asisten cotidianamente al basural, aunque la cifra aumenta considerablemente con las personas que asisten esporádicamente y que no fueron relevadas.
Otro dato obtenido es que estas 89 personas integran 63 grupos familiares (personas vinculadas por lazos de parentesco o amistad que residen en una misma vivienda). El total de miembros de los hogares alcanza 217 personas.
“La idea con toda esta información es tratar de juntar a estas personas en la cooperativa de recicladores informales que tiene la ciudad en la Planta de Tratamiento de Residuos y poder darles un lugar digno de trabajo”, alegó Bonadeo.
Edades e ingresos
Según el estudio, más de la mitad de los recuperadores encuestados tienen entre 18 y 40 años de edad; un joven de 17 años y no hay mayores de 70 años. Hay 15 mujeres trabajando, lo que representa el 18,3 por ciento del total de recuperadores.
En cuanto a los ingresos que logran semanalmente, el 28,04 por ciento declaró de 2 mil a 3 mil pesos. Un 8,5 por ciento más de 5 mil, y el 14,63 por ciento restante no quiso dar este dato.
El funcionario consideró que “si bien los números no son tan malos en cuanto al dinero que se recolecta, de ninguna manera alcanza para vivir ni mucho menos. También hay que tener en cuenta que las condiciones en que se logra ese dinero son muy duras, yo siempre digo que es el peor lugar de la ciudad para trabajar. La gente se ve impulsada a ir al basural y no es, seguramente, la primera opción”.
Paralelamente, Bonadeo opinó que “para nosotros, como una ciudad mediana, tener un basural a cielo abierto y las condiciones en que se encuentra este grupo de gente, es una vergüenza. Me parece que la gente merece tener un trabajo digno y condiciones mucho mejores que las que tenemos actualmente”.
Hábitat y estudios
El sector de la ciudad donde habitan los recicladores fue otro concepto incluido en la encuesta. “Pese a que hay un grupo de gente que va del Juan XXIII, la mayoría es del Iturbide y después del Alejandro Gutiérrez, el Santa Rosa y el Villa Casey”, detalló el director de Medio Ambiente.
Por otra parte, el 40,24 por ciento de los encuestados dijo ser propietario de la vivienda que ocupa.
En cuanto al nivel de escolaridad, en el relevamiento se estableció que el 35,36 por ciento de los recuperadores no ha finalizado la educación primaria, mientras que el 34,14 por ciento manifiesta haber terminado ese nivel. El 19,51 por ciento completó el nivel secundario y seis personas nunca asistieron a la escuela.
Con respecto a los materiales elegidos por los recuperadores, se relevó que el plástico y el cartón son los más recolectados, debido a la facilidad de obtención y venta, siendo en este momento el vidrio el menos buscado por su precio y falta de demanda.
En relación a la antigüedad en la actividad, el 37,80 por ciento se incorporó en el último año, y el 25,60 por ciento realiza esta tarea desde hace más de 10 años.
Cooperativa de recicladores
En la actualidad, y teniendo en cuenta la intervención previa de personal de la
Dirección de Medio Ambiente, se logró un importante consenso para que la mayoría de los recuperadores se organicen a través de una cooperativa para trabajar en la Planta de Tratamiento de Residuos.
“En la Planta el trabajo va a ser mucho más organizado y establecido, se trabajará con horarios y a esto hay alguna gente que no se adapta o no tiene la voluntad de hacerlo. También hay un porcentaje de esta gente que lo hace de manera eventual. Cuando tengamos la cooperativa y la Planta de Tratamiento trabajando vamos a necesitar que cuando se prenda la cinta estén las 15 personas necesarias para operar la planta, ahí no lo van a poder hacer de manera eventual”, completó el funcionario.