Franco Balzaretti sorprendió utilizando las redes sociales para dar a conocer una difícil situación por la que está atravesando. Por lo que denuncia el encargado de la Dirección de Adultos Mayores de la Municipalidad una empleada a la cual no se le renovó el contrato lo denuncio solo por por redes sociales y no en la justicia por "acoso laboral"; algo que desmiente rotundamente Balzaretti: "Con sorpresa y dolor, hoy me encuentro con una acusación por acoso laboral", explicó el funcionario y luego argumentó: "Simplemente no se renovó el contrato de una empleada que no cumplía con sus tareas, que no estuvo a la altura de las expectativas laborales que se depositaron en ella.
"Es obvio que detrás de esta maniobra política aparece la furia no contenida que generó la propuesta de nuestro espacio de reducir los sueldos obscenos de los concejales en un 50%", explicó más adelante Balzaretti.
Franco también explicó que se dirigió a Fiscalía para realizar la deununcia contra esta mujer y que ahora actúe la justicia.

A continuación el duro descargo completo:

Miserias Humanas
CUANDO A ALGUNOS POLITICOS LES DUELE EL BOLSILLO.
Hay cosas que prefiero contárselas yo, en primera persona, con la frente alta y la consciencia en paz, acaso el bien más preciado que me transmitieron miles de personas con las que traté en mis años de trabajo con ancianos y necesitados.
Cuando llega el punto donde una empleada pública olvida que está donde está para servir de la mejor manera posible a la gente, también llega el momento más doloroso para un funcionario: separarla de su puesto de trabajo o no renovar el contrato. No es un trance fácil. La situación económica general, el clima de inestabilidad, la escasez de fuentes laborales, son algunas de las cosas en las que uno piensa antes de tomar semejante decisión; pero, al menos en mi caso, trabajo con el convencimiento de que es nuestra obligación estar al servicio de quienes nos necesitan.
Lo que uno jamás piensa es la miseria de algunos dirigentes, capaces de cualquier cosa con tal de obtener un rédito político de una situación de este tipo. Y se aprovechan de los temas más sensibles y respetables para tomarse venganza en nombre de los que pueden ser sus doloridos bolsillos.
Es así como esa empleada se convierte en una fiera que amenaza, que intenta extorsionar, que claramente chantajea y que, en sus últimos días de trabajo altera la armonía de un espacio que está pagado por toda la ciudadanía. Jamás permitiría algo así y por eso mismo a comienzos de esta semana presenté en la Fiscalía la denuncia correspondiente que hoy es investigada por la Justicia. Con sorpresa y dolor, hoy me encuentro con una acusación por acoso laboral y con la noticia de que hay operadores políticos intentando convencer a algunos periodistas para difundir la noticia (incluso sacando la palabra “laboral” para darle otra connotación).
Es obvio que detrás de esta maniobra política aparece la furia no contenida que generó la propuesta de nuestro espacio de reducir los sueldos obscenos de los concejales en un 50%. Me pregunto cuál es el límite a todo esto. Están convirtiendo la política en el peor excremento sobre la tierra, jugando con la gente y sin entender que los votantes solo piden transparencia y hechos concretos, no conventillos que distan demasiado de las soluciones que todos esperamos.
Simplemente, no se renovó el contrato de una empleada que no cumplía con sus tareas, que no estuvo a la altura de las expectativas laborales que se depositaron en ella, que luego de los seis meses que duró su paso por la oficina sembró discordia, enojos, malos entendidos y actitudes reñidas con los objetivos que nos proponemos desde este espacio.