El ex jefe de inteligencia antinarcóticos, Alejandro Druetta, se sentó ayer frente al juez federal Marcelo Bailaque, imputado por el delito de confabulación para el tráfico de estupefacientes, luego de una serie de conversaciones telefónicas detectadas con el narco Ignacio "Ojitos" Actis Caporale. Druetta, corrido de su cargo de jefe de contrainteligencia de la Policía de Investigaciones, cuya oficina fue allanada por la justicia federal, llegó acompañado poco después de las 9 de su abogado Gabriel Navas y se negó a responder preguntas del fiscal Claudio Kishimoto.
Cuatro llamadas motivan el llamado a indagatoria al ex jefe de Inteligencia Zona Sur de la ex Drogas Peligrosas. En tres de ellas el policía conversa con Actis Caporale, que este año afrontará un juicio oral en Rosario como líder de una banda narco, para contarle que lo trasladan a Venado Tuerto y le advierte que si tiene alguien para agarrar esa zona le avise. A la cuarta llamada se la considera tan o más significativa. La mantiene Actis Caporale con un allegado radicado en Venado al que le dice que tiene toda esa área "para laburar" y agrega que "esta gente" ya le habilitó "toda la zona de Villa Constitución".
Druetta "llegó con un discurso guionado porque quería responder a las imputaciones que hizo la fiscalía" reveló a este diario una alta fuente judicial, que agregó que "en función de eso lo que hizo fue un descargo verbal, basado en el desconocimiento de un aparato de radio Nextel del que salieron las comunicaciones que se le adjudican".
La fuente indicó a este diario que "Druetta manifestó que era un novato al momento de la primera detención de Ojitos y que esa inexperiencia lo llevó a no dejar sentado el secuestro de un celular a Actis Caporale", uno de los delitos que se le achacó. Dijo que por entonces (2007) "no tenía la responsabilidad que se le intenta adjudicar ya que para entonces era sólo uno más de la brigada antidrogas".
Sin embargo el trámite judicial no duró más de un par de horas ya que al no permitir preguntas de la fiscalía no se pudo hacer algo más acorde a lo que pretendía el fiscal federal Kishimoto.
Las llamadas son de mayo de 2012, cuando por orden del Ministerio de Seguridad, Druetta fue designado jefe de la Brigada Operativa 8 con sede en Venado Tuerto. Hasta entonces había desempeñado, el mismo cargo pero en Villa Constitución.
Los llamados radiales detectados entre Druetta y Actis son de muy breve duración. En el primero, según fuentes de la investigación, el policía le dice a Nacho que se va a Venado Tuerto y agrega textualmente: "Dale, porque allá hay algo para vos". En el segundo ambos acuerdan que se juntarán. En el tercero especifican que el encuentro será a la noche y en la zona sur de Rosario. La cuarta llamada es entre un ladero al que Nacho se refiere como "Maxi" pero que hasta el presente no pudo ser identificado. "Esta gente va seguro", dice Nacho, que avisa que se junta con ellos para formalizar un arreglo. "Ellos van primero y limpian todo. Van y les rompen la cabeza a todos. Ellos ya estuvieron en Villa. En Villa me habilitaron todo", dice Actis.
En la interpretación del fiscal Kishimoto "Maxi" era la pata que Actis Caporale tenía en Venado Tuerto para distribuir su mercancía en esa zona del departamento General López. El acusador también entiende que cuando Nacho habla de "esta gente va seguro" se refiere al traslado de Druetta de Villa Constitución a Venado. La fecha de las comunicaciones coinciden con el traspaso de destino del funcionario policial.

Por José Maggi - Rosario 12