El Instituto Municipal de Seguridad y Cuidado Animal (Imusca) y la Secretaría de Espacios Públicos y Medio Ambiente del Municipio lanzaron la campaña "Pisarla no da suerte".
La campaña busca un doble fin de concientización, por un lado que quienes salen a pasear con sus animales de compañía recojan sus deposiciones y por otro, incentivar los hábitos de separación de residuos y reciclaje.
Por tl motivo este sábado en Plaza España Ines Carusillo, junto a Emilce Cufre, entregaron palitas de plástico reciclado para juntar los excrementos de los animales a cambio de tres botellas de plástico.
"Lo que buscamos es educar a los propietarios de los animales en la recolección de la materia fecal que es contaminante en cualquier lado que se ubique, sea en el patio de su casa o en cualquier espacio público", puntualizó Inés Carusillo, responsable de Imusca. A renglón seguido agregó "hay muchos vecinos que van a los espacios públicos a pasear a su perro y a veces omiten llevar elemento con el cual recoger la caca de sus animales. Y otras personas que también hacen uso de ese espacio público pueden pisarla. Entonces desde el Municipio vamos a hacer entrega, a los vecinos que así lo quieran, de una palita que va a ayudar a recoger la materia fecal para así ponerla en una bolsita y trasladarla hasta un punto de residuos, a cambio -y aquí viene también la parte de medioambiente y reciclado- de tres botellas plásticas", finalizó.
Las palitas se fabrican en una planta recicladora ubicada en la vecina localidad de Murphy. Desde el Municipio de Venado se entregan materiales que son recolectados en los puntos limpios de nuestra ciudad y se intercambian por palitas.
Además de la campaña realizada este sábado en la Plaza España, la recepción y canje de la campaña será en Imusca, Casey 565, y en las campañas "Un buen dueño, un perro feliz" que se realizan en las distintas plazas de la ciudad, donde se dispondrán contenedores para la recolección de botellas y se estarán entregando las palitas.
Contaminación animal
En Venado Tuerto se producen diariamente 3.800 kilos de caca de perro. Esa caca contamina un metro a la redonda del lugar donde el animal la depuso.
"A través de la materia fecal de un perro no desparasitado o no cuidado como corresponde hay eliminación de enfermedades parasitarias, bacterianas y hasta hongos", comentó Carusillo y agregó "el fecalismo es una preocupación desde el dispensario porque los perros y gatos con dueño, que suelen ir a operarse al dispensario canino, cuando se relajan por la anestesia empiezan a exhibir o empiezan a asomar su parasitosis gastrointestinal, que nos pueden contagiar tanto a los que estamos manipulando en el dispensario como obviamente a los dueños, porque muchas veces nos dicen ´duerme en la cama con mi hijo´ y eso es tremendo porque tiene una gran cantidad de parásitos que son transmisibles a las personas. Es una cuestión de salud, medioambiental y un hábito que tenemos que emprender para vivir en una ciudad mejor", finalizó.