En la víspera fue recibido en el Palacio Municipal el nuevo jefe de la Unidad Regional VIII, director de Policía Lino Segretín, acompañado por el subjefe Alberto Solís, el jefe de Orden Público, Sergio Romero, y el Dr. Mariano De Mattía, representante del Ministerio de Seguridad de la provincia. Recibieron al jefe policial, el intendente José Freyre, el secretario de Gobierno, Jorge Lagna, y el director de Prevención Comunitaria, Homero Domínguez de Soto.
Segretín arribó a la URVIII tras los cambios en la cúpula policial santafesina, ya que su antecesor, Marcelo Gómez, quedó al frente de la URII, con asiento en Rosario. Anteriormente cumplió funciones en la Jefatura del Departamento Iriondo (jurisdicción de Cañada de Gómez) y ayer, en su primer encuentro con las autoridades municipales, fue interiorizándose sobre la idiosincrasia de la ciudad y de los reclamos de los vecinos en materia de seguridad.
Más allá de la presentación institucional, se acordaron líneas de acción, priorizándose en estos días la labor preventiva por las celebraciones de Año Nuevo. Además, se abordó el modo de trabajo durante los primeros meses del año entrante, en especial en seguridad vial y prevención en los barrios, poniendo el foco en la modalidad de escruches y robo de motos.
Por su parte, el intendente Freyre le planteó a Segretín su preocupación por una seguidilla de robos y arrebatos que se dan en la zona céntrica en las primeras horas de la tarde; al efecto, se tomarán medidas de patrullaje preventivo.
Otras cuestiones bajo análisis fueron las fiestas clandestinas, los ruidos molestos y en particular, el nuevo Código de Convivencia en la provincia, que el gobernador Miguel Lifschitz podría publicar en el boletín oficial durante el mes de febrero.
“Fue un primer acercamiento que nos permitió comenzar a aceitar relaciones con el nuevo jefe policial y acordar un trabajo conjunto”, sintetizó al término del encuentro Domínguez de Soto.