Se trata de SAZ, de 47 años, quien cometió los ilícitos en la vivienda en la que convive con la víctima. El juez que dispuso la pena es Leandro MartÍn. El fiscal Iván Raposo investigó los ilícitos.
Un hombre de 47 años, cuyas iniciales son SAZ, fue condenado a 11 años de prisión por abusar sexualmente de su hija menor de edad, con quien convivía en la ciudad de Venado Tuerto. La condena fue resuelta por el juez Leandro Martin en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.
El fiscal que investigó los hechos es Iván Raposo. El funcionario del MPA detalló que SAZ “fue condenado como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado (por el vínculo y por ser la víctima menor edad). Además, también se lo condenó por la tenencia de un arma de fuego sin contar con la debida autorización legal”.
Raposo también indicó que “el condenado fue declarado reincidente a raíz de que ya había sido condenado anteriormente a una pena de ocho años de prisión, la cual ya había cumplido”.
Abuso reiterado
“El condenado convivía en una vivienda con su pareja y cuatro hijos de ambos, los cuatro menores de edad. Una de esos menores es la víctima”, precisó Raposo. “Los abusos ocurrieron en la casa y en reiteradas ocasiones cuando la madre de la niña no estaba en el lugar. SAZ sacaba a los demás miembros de la familia afuera y cerraba la puerta con llave”, narró el fiscal.
El funcionario del MPA explicó que “la investigación que finalizó con la condena se inició a raíz de una denuncia formulada por una hijastra del condenado, que también fue víctima de sus abusos hace un tiempo atrás”. En tal sentido, Raposo recordó que “por los abusos a su hijastra, SAZ ya había sido condenado y cumplió una pena de ocho años de prisión”.
En relación al delito de tenencia de arma de fuego, Raposo detalló que “en el marco de la investigación, se realizó un allanamiento en la vivienda de SAZ, en la que se encontró una escopeta sin la autorización legal correspondiente”.
Reserva de la identidad
Raposo aclaró que “no se brinda información acerca de la identidad del condenado, debido a que tiene el mismo apellido que la víctima. Por lo tanto, siguiendo todas las recomendaciones internacionales, se mantiene ese dato en reserva para evitar la revictimización de la niña abusada”.