Al cumplirse el primer mes del ataque perpetrado contra el Pbro. Carlos José Sala, el cual produjo su lamentable deceso el 1° de noviembre pasado, el obispo de Venado Tuerto, Mons. Han Lim Moon, difundió un comunicado expresando "dolor y cercanía con aquellos que se han visto sacudidos con estos sucesos".
En referencia al padre Sala, el diocesano dio gracias a Dios por "su vida y su ministerio entre nosotros", y manifestó que la comunidad diocesana acompaña "el pedido de justicia para esclarecer este hecho y que los responsables puedan ser encontrados y juzgados".
Texto del comunicado
"Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, esta tienda temporal, se deshace, tenemos un edificio de parte de Dios una casa no hecha de manos, sino eterna en los Cielos". 2 Cor. 5,1
Queridos hermanos: al cumplirse el primer mes del ataque perpetrado contra el Pbro. Carlos José Sala, que produjo su lamentable deceso el 1° día de noviembre pasado, queremos expresar nuestro dolor y cercanía con aquellos que se han visto sacudidos con estos sucesos .
El Padre Carlos fue un sacerdote diocesano que, durante muchos años, pastoreó la comunidad de la parroquia San Miguel Arcángel, de Máximo Paz, y últimamente, también la comunidad de Labordeboy. Esto nos lleva a dar gracias a Dios por su vida y su ministerio entre nosotros .
Asimismo, acompañamos el pedido de justicia para esclarecer este hecho y que los responsables puedan ser encontrados y juzgados.
Confiamos en que pronto se hará justicia, mientras oramos como Iglesia diocesana por el eterno descanso de nuestro hermano sacerdote Carlos.
Investigan celulares del cura de Máximo Paz, asesinado cuando paró en la ruta para orinar
Según el relato que alcanzó a dar el sacerdote Carlos José Sala al arribar a una estación de servicios, dos hombres lo abordaron sobre la ruta 90 y en un forcejeo le dispararon. Falleció el sábado pasado tras agonizar un mes. Dudas sobre cómo sucedieron los hechos.
Carlos José Sala tenía 61 años y era el cura párroco de la ciudad santafesina de Máximo Paz. Falleció el sábado último tras permanecer internado por casi un mes por el balazo recibido cuando frenó el Chevrolet Onix que conducía por la ruta provincial 90 para orinar y fue abordado por dos hombres en un aparente intento de robo. La Justicia, ahora, indaga dos teléfonos celulares del religioso para dar con quienes lo mataron.
Sala era el cura de la parroquia San Miguel Arcángel de la ciudad del departamento Constitución distante unos 80 kilómetros de Rosario. El sábado 5 de octubre lo abordaron dos personas cuando detuvo la marcha en un camino de ripio cerca de la localidad de Santa Teresa. La secuencia fue narrada por él mismo, porque tras recibir un escopetazo alcanzó a subir de nuevo al vehículo y conducir hasta una estación de servicio Shell sobre la ruta 18.
Los empleados de la estación relataron a la Policía que vieron al religioso herido y confuso. Agregaron que no podía recordar con precisión lo sucedido, aunque refirió un asalto cuando, dijo, había parado para orinar, y la agresión con arma de fuego en medio de un forcejeo.
La primera hipótesis de la investigación que conduce la fiscal de fiscal de Villa Constitución, Analía Saravalli, fue precisamente la del intento de robo. Pero luego no pareció clara y por eso la funcionaria judicial pidió el peritaje de los dos teléfonos móviles incautados dentro del Onix de Sala en la estación de servicios.
También ofician como elementos de investigación un maletín gris y una bandolera con la billetera de la víctima, más unas pastillas de medicamentos que estaban dentro del vehículo. Es que el cura alcanzó a contar que le habían robado unos 80 mil pesos que llevaba y que eran fruto de una campaña de recaudación para la parroquia San Miguel Arcángel.
La fiscal Saravalli, además, pidió los videos de cámaras de seguridad de la ruta 90 para reconstruir el recorrido del Onix.
El director del hospital de Villa Constitución, Julio Isaac, informó en su momento que tuvieron que operar al sacerdote por graves heridas de arma de fuego en el pecho y en el abdomen. Tras la cirugía, Sala continuó internado con estado reservado hasta su fallecimiento. Agonizó casi un mes.
Los restos del religioso fueron velados el domingo último en la parroquia de Máximo Paz y, luego, el obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, presidió la misa de exequias.