La Armada Argentina en su sitio oficial "Gaceta Marina" recordó al oriundo de Venado Tuerto, Vicealmirante Marcos Antonio Zar, en el 69° aniversario del fallecimiento.
A continuación la completa publicación que realizaron de este héroe de Venado Tuerto:

69° aniversario del fallecimiento del Vicealmirante Marcos Antonio Zar
Sobresalió como uno de los fundadores del componente aéreo, pero también sirvió a la Patria en el mar.
Hay vidas que merecen ser recordadas y destacadas, tanto por el coraje de sus protagonistas como por las circunstancias que tuvieron que afrontar. El caso de Marcos Antonio Zar encaja perfectamente en esta descripción.
Nacido en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, el 31 de mayo de 1891, precozmente mostró interés por la profesión de las armas y decidió ingresar con tan solo 15 años a la Armada Argentina, egresando como Guardiamarina en 1911.
Por ese entonces fue destinado como artillero a distintas Unidades de la Flota de Mar. Primero en el crucero ARA “Buenos Aires”, luego en los cruceros acorazados ARA “San Martín”, “Garibaldi” y “Pueyrredón”.
En 1913, siendo Alférez de Fragata, prestó servicios en el acorazado ARA “Rivadavia”, donde pudo lucirse como artillero y obtener por su desempeño el ascenso a Alférez de Navío, junto al premio del diario “La Prensa” de Buenos Aires al mejor puntaje en la ejercitación de tiro naval.
En 1916 la Marina de Estados Unidos ofreció a la Argentina vacantes para la capacitación de oficiales en distintas especialidades (submarinos, comunicaciones, artillería y aviación), donde Zar fue escogido. Sin embargo no para artillero sino como aviador junto al Teniente de Fragata Ricardo Fitz Simon y al Alférez de Navío Ceferino Pouchan. Comenzaría allí una nueva carrera y profesión que lo apasionaría por el resto de sus días.
Al año siguiente, los tres oficiales argentinos llegaron a Pensacola donde funcionaba la Escuela de Aviación Naval norteamericana, y el 19 de septiembre se graduaron como pilotos aviadores navales. Ante esta situación, el Ministerio de Marina pidió autorización para que participaran como observadores en el teatro de operaciones durante la Primera Guerra Mundial, realizando vuelos operativos. Esta experiencia resultó decisiva en su etapa formativa, incorporando conocimientos teóricos y prácticos que serían vertidos al resto de los aviadores al regresar a Argentina, contribuyendo notablemente en su formación profesional.
A principios de 1919, llega a nuestro país una Misión Aeronáutica Italiana para instruir al personal de la Marina con aviones construidos en aquella nación. En noviembre, con la donación por parte de la misión italiana de dos hidroaviones MACCHI M-9 y dos MACCHI M-7, más un hangar para alojarlos en la localidad bonaerense de San Fernando, se marcó un hito en la historia de la Aviación Naval Argentina para el cual la figura de Zar fue preponderante.
Para entonces su actividad profesional era cuantiosa. En diciembre de ese año participó con algunas de esas aeronaves recién incorporadas en las ejercitaciones de la Escuadra de Mar junto a otros pilotos navales, comenzando así las operaciones navales integradas en la Armada Argentina.
Al regresar a San Fernando, batió un récord de velocidad y distancia sobre el mar. Sus proezas continuaron llegando a unir Buenos Aires con Ushuaia, entre otros importantes sobrevuelos de nuestro territorio nacional. Su nombre, para entonces ya excedía el ámbito naval o el de la aviación en general, siendo destacado en distintos periódicos como una figura pública.
Posteriormente, ocupó cargos de importancia dentro de la orgánica de la flamante División Aviación Naval, génesis de nuestra actual Aviación Naval. Para 1934, ya como Capitán de Navío, es designado Jefe del Servicio de Aviación del Estado Mayor General de la Armada. En 1939 fue ascendido a Contraalmirante, y bajo su clara influencia y liderazgo el componente aéreo se robustece eficazmente, a tal punto que el 11 de febrero de 1942, un hidroavión Stearman biplaza, instalado en el transporte ARA “Primero de Mayo”, al mando del Teniente de Navío Eduardo Lanusse, llevó a cabo los primeros vuelos hacia la Antártida Argentina. Por este episodio, Zar fue ascendido a Vicealmirante el 31 de diciembre de 1943 y exactamente un año después pasaría a retiro poniendo fin a una extraordinaria carrera militar.
El 29 de noviembre de 1956 se sancionó el Decreto Ley Nº 2.578, donde se nombró al Vicealmirante Marcos Zar como uno de los “Fundadores de la Aviación Naval”. Homenaje póstumo, ya que la muerte lo sorprendió el 19 de septiembre de 1955 en la ciudad de Buenos Aires.
Numerosas condecoraciones internacionales, su nombre en calles de todo el país, la Base Aeronaval de Trelew bautizada en su honor y, por sobre todas las cosas, el respeto del componente aéreo y de la Armada Argentina como reconocimiento más fiel a su mítica figura.