El presbítero Javier Buzzatto fue ordenado presbítero el viernes pasado, en la catedral de la Inmaculada Concepción, por el obispo diocesano, Mons. Han Lim Moon.
El obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, ordenó sacerdote al diácono Javier Buzzatto, durante una celebración que presidió el viernes 26 de julio, en la catedral de la Inmaculada Concepción.
Concelebraron la Eucaristía el obispo emérito de esa diócesis, monseñor Gustavo Help, y los sacerdotes del clero local. Participaron también numerosos fieles de las diferentes comunidades y familiares del neopresbítero.
En la homilía, monseñor Moon destacó, dirigiéndose al ordenando, que, "en esta celebración, alabamos a Dios por haberte llamado y, también, le damos gracias por tu respuesta dócil y generosa".
A la luz de las lecturas compartidas, que relataban el milagro de la multiplicación de los panes, monseñor Moon le dijo a javier: "Esto es lo que el Señor te pide y nos pide a cada sacerdote, partirse y compartirse ante la multitud".
"Así como Jesús hizo participar a la comunidad de los apóstoles para repartir el pan multiplicado con alegría, a nosotros también nos hace participar, repartiendo con alegría el pan de la Palabra y de la Eucaristía a nuestra gente; hombres, mujeres, ancianos, jóvenes, adolescentes y niños", señaló el prelado.
Y continuó: "Recordemos que, cuanto más compartimos la palabra de Dios, sobre todo en comunidad, más y mejor participaremos en la celebración eucarística, que se convertirá en la fuente de la misión para seguir transmitiendo la Buena Noticia a todos nuestros hermanos".
Reconoció también que "sabemos muy bien que todos los habitantes de los pueblos de nuestra diócesis están hambrientos especialmente del pan de la Palabra y de la Eucaristía, es decir, de Jesús vivo y resucitado, quien nos ofrece la sanación, liberación, descanso, alimento, la orientación y la vida eterna. Y Él está realmente presente entre nosotros".
Mons. Moon pidió al joven sacerdote "que puedas confesar tu fe,como San Pablo; pero no te olvides que, para esta misión apasionante, el Señor quiso hacerlo junto a su comunidad apostólica. Es decir, te recomiendo que siempre anuncies la Buena Noticia junto a tu comunidad, concretamente con los fieles más cercanos y comprometidos, y así se multiplicarán los discípulos del Señor".
"Te recomiendo también que imites el ejemplo de nuestro Señor, que después de la multiplicación de los panes se retiró a una montaña a orar a solas con Dios Padre. Por eso, no te olvides de cuidar tu diálogo a solas con Dios Padre cada día, ofreciendo tu misión, tus alegrías, penas, proyectos, las necesidades de tus hermanos, especialmente en la celebración eucarística, fuente inagotable y vital de nuestra vida", manifestó.
Sobre el final de su prédica, el obispo invocó a la Virgen María, de quien "tenemos la certeza de que te acompaña y nos acompaña siempre, en todo lugar, como lo hizo con su Hijo Jesús".