Esta semana, directivos de Casa del Niño y del Hospital A. Gutiérrez homenajearon a tres familias de almaceneros por la gran donación recibida del Centro de Almaceneros Minoristas de Venado Tuerto. También se le agradeció al presidente del Concejo Municipal, Fabián Vernetti, por ser el gestor que concretó la donación, al abogado Marcos Varela y a la escribana Zoraida Zurita, por haber realizado sus necesarios aportes en forma gratuita.
Vernetti contó que los trámites del proceso de donación los comenzó en noviembre de 2016, y fue culminado recientemente, casi dos años después: “Un almacenero de mi barrio, Don Remigio Tinnirello, me trasmite que junto a otros dos colegas estaban preocupados por el destino incierto que podría tener un inmueble propiedad del Centro de Almaceneros Minoristas. Yo ni sabía de la antigua existencia de dicho centro, así que pedí los estatutos a la Inspección de Personas Jurídicas, y allí pude leer que la institución, fundada por almaceneros venadenses, de nacionalidades italianas, españolas y argentinas en el año 1945, había determinado en el Art. 43 que en caso de disolución, el capital del Centro de Almaceneros Minoristas se debía distribuir, por partes iguales, entre el hospital Alejandro Gutiérrez, la Casa del Niño de nuestra ciudad.”
A partir de allí, el concejal socialista se entrevista con los otros dos almaceneros, José Di Giuseppe y la familia de Don Carmelo Torres, e inicia ante la Inspección General de Personas Jurídicas, los trámites para resolver y hacer justicia respecto a la situación.

La donación
Vernetti relata que el inmueble consiste en un terreno de 500 metros cuadrados, emplazado en calle Italia 1676, con todos los servicios, y con un salón de 200 metros cuadrados edificado, con baños, asadores, unas 200 sillas y tablones, que estaba siendo ocupado desde hacía más de 15 años por un conocido empresario venadense que pagaba $ 300 mensuales de supuesto alquiler, que había tenido una radio y actualmente lo usaba de depósito. El edil explica que “esos 300 pesos mensuales fue un alquiler fijado oportunamente, y que el inquilino nunca había actualizado. Los propios almaceneros no podían ingresar ni a controlar el estado de las instalaciones. Con esa ínfima cuota los almaceneros sostuvieron, hasta que pudieron, los impuestos al día. Por eso, además del acto de amor, de solidaridad, de voluntad de aquellos viejos almaceneros que decidieron donar sus bienes a estas dos hermosas instituciones de la ciudad, cuando veo lo que estaba pasando con el inmueble, me pareció que había que moverse rápido para hacer también justicia, evitando que alguien terminara apropiándose individualmente de lo que le correspondía a instituciones colectivas, solidarias, como son Casa del Niño y el Hospital.”
Vernetti, corroborando que la entidad no registraba actividad desde hacía más de dos décadas, ya no tenía socios ni Comisión Directiva, y sus miembros fundadores habían fallecido, por lo cual podía considerarse acéfala, asesorado por la Inspección de Personas Jurídicas debió solicitar la disolución de la asociación civil, nombrar un liquidador y realizar todos los trámites necesarios a lo largo de casi dos años.

Los homenajeados
No fueron los fundadores, sino la generación de los almaceneros homenajeados, los que construyeron el salón donado. Es así que la Comisión de Casa del Niño, presidida por Mario Villalba y Natalia Bravo, y la directora del hospital, Cecilia petrich, agradecieron y homenajearon a José Di Giuseppe (que estaba acompañado de su hermano Juan), a Norma Oliva, esposa de Remigio Tinnirello, quién no pudo asistir por un problema de salud, y a la señora Norma Pieraccini, viuda de Don Carmelo Torres, y nietas de éstos dos últimos.
Vernetti expresó que “fue una noche hermosísima, muy emotiva, muy emocionante, llena de gente solidaria, de bellas personas. Son esos momentos de los que jamás vamos a olvidarnos, que reivindican el rostro más bello de la humanidad, la vida de almas generosas que trabajan pensando en metas que incluyen al otro, al prójimo. Me sentí un privilegiado por haber podido ayudar a concretar esta historia, y por eso no quiero dejar de agradecerle a María Alejandra Angelucci, quién desde la Dirección de personas Jurídicas me ayudó a recorrer el camino que permitió que la donación llegara a su noble destino, a Natalia Bravo por su empuje, a Marcos Varela y Zoraida Zurita, que no dudaron en sumarse a la movida. Y extenderlo a la comisión de Casa del Niño y los directivos del hospital, y por supuesto, a Remigio, Carmelo y José, y en su nombre a los viejos almaceneros solidarios que tomaron tan hermosa decisión hace ya más de 70 años.”

Historia del Centro de Almaceneros Minoristas
El 11 de noviembre de 1945, en el local de la federación Agraria, en calle 25 de mayo 641, se reúnen los comerciantes almaceneros minoristas y en reñidas votaciones eligen la siguiente Comisión Directiva: Jesús Lamas (Pte.), español, 53 años, con domicilio en calle Brown 1468; Alejandro Luciani (Vice), italiano, 53 años, Alvear 1201 , Salvador Fosco (Secretario), Italiano, 53 años, 25 de Mayo 700; Manuel Cuesta (Prosecretario), argentino, 37 años, Rivadavia esquina Tucumán; Emilio Eguia (Tesorero), español, 55 años, Estrugamou 209; Dante Cuadrelli (Protesorero), argentino, 30 años, España y López; Carlos Corti (Vocal Titular), Italiano, 60 años, Juna B. Alberdi 525; Sabino Paradiso (Vocal Titular), italiano, 40 años, Av. Centenario y Alvear; Juan Rodríguez (Síndico Titular), español, 37 años, calle 2 de junio 370 y Lorenzo Cordera (Síndico Suplente), argentino, 47 años, Roca 277.
Los propósitos y fines del flamante Centro serían: a) Difundir por todos los medios la cultura comercial, realizando una intensa campaña educativa sobre los principios éticos que deben presidir todas las relaciones comerciales; Propiciar la organización de cooperativas y mutualidades con el fin de aprovechar las ventajas de la cooperación y de la mutualidad para el mejor desenvolvimiento de los almaceneros minoristas, del comercio en general y de la colectividad entera; c) Propender a la elevación del nivel cultural medio, organizando conferencias y otros actos culturales; d) velar por los intereses de todas las personas que se dedican al comercio de almacén, y en especial, defendiendo y asesorando jurídicamente a sus asociados; e) Peticionar ante las autoridades la adopción de medidas beneficiosas para los almaceneros minoristas, así como también la derogación o modificación de leyes que sin perjudicar a la colectividad, perjudiquen el normal desenvolvimiento de los comerciantes.